Empleó 14 cirugías y “miles de dólares” para convertirse en un felino, por consejo de su chamán. Se trata de un relato que deja entrever una creencia arraigada de la vida, la cual terminó en nada, aparentemente, por decisión del “Hombre gato”.
Dennis Avner nació en 1958. Oriundo de Michigan (EEUU), de una comunidad de nativos americanos, su vida estaba destinada a trazar un camino de reconocimiento y tribuna pública, como pocos indígenas de su país lo logran, a la sombra de la modernidad de la super potencia.
Avner tenía los rasgos marcados de su comunidad. A medida que fue creciendo esto se conjugó con la que sería su transformación física. En el camino, se hizo informático y se enlistó en la Marina estadounidense. ¡Vaya combinación!
La historia de un hombre que saltó a la fama, cual felino al acecho, ha sido contada en diversos medios a nivel internacional. Entre estos figuran Huffpost y Clarín, que recientemente retomó la historia.
No es para menos, ya que el mes pasado se cumplió un aniversario (más adelante destacado), referente a este enigmático personaje, quien por consejo de su chamán debía consolidar su tótem animal: el tigre.
La transformación al “Hombre gato”
La crianza de Dennis Avner se llevó a cabo entre pueblos indígenas denominados “hurones” y otros conocidos como “lakotas”. La influencia fue grande y, pese a trabajar en la Armada de EEUU como informático, su esencia nativa se mantuvo intacta.
A sus 23 años, inició el camino a una transformación que no tendría vuelta atrás. El primer paso vino con la realización de tatuajes en su rostro y cuerpo, para darle la apariencia de un tigre. Lo anterior estuvo acompañado del crecimiento exagerado de sus uñas, las cuales fue afilando para darles el aspecto del tan temido felino.
Sin embargo, eso no era suficiente para él. Avner fue por más con la ayuda de Steve Haworth y Shannon Larratt, este último editor de la revista Body Modification Ezene.
Entre los cambios radicales estuvieron: implantes faciales subdérmicos (por debajo de la piel) a nivel de cejas y frente; se aplanó la nariz en el quirófano, donde también pidió que sus orejas fueran puntiagudas; hizo que limaran sus dientes, hasta conseguir el aspecto felino en estos y llegó a cambiar su línea de crecimiento de cabello.
Si piensan que eso fue todo lo que este exmilitar, de raíces indígenas, había hecho en busca de su tótem, se equivocan.
Detrás de su libre albedrío hubo implantes dentales, bigotes falsos permanentes y lentes de contacto para afinar su mirada felina. No obstante, su la transformación hubiese estado incompleta sin su cola robótica, la cual lucía orgulloso en las fotografías que fueron difundidas con los años en los que afianzó su figura ante el impresionado ojo público.
¿Cuánto gastó Dennis Avner en lograr todos estos radicales cambios? Nunca quiso revelar la cifra exacta. Sin embargo, tiempo atrás indicó ante medios de su país que le costó “Miles de dólares” y “varias visitas al quirófano” para lograr ser el Hombre gato.
Los cambios físicos le fueron lanzando a la fama. Su aparición en varios programas estadounidenses de reputación así lo confirman. Entre estos figura nada menos que Larry King Live.
Desde su transformación a los 23 años, el hombre cambió además su apelativo a otros como “Felino cazador” o “Felino al acecho”. En 2008 ganó un Record Guinness bajo la categoría Transformaciones más permanentes para parecerse a un animal.
“Soy una atracción en cualquier lugar del mundo. No me preocupa el asedio de la gente, ya que eso pasa en cada sitio al que voy”, aseguró.
De tigre, a tigresa y con inesperado final
Su cuerpo, sus apelativos y hasta su domicilio fueron parte de una constante de cambios en la vida de un veterano estadounidense que hizo su nombre a punta de transformaciones.
California y Washington fueron parte de los que el “Hombre gato” llamó hogares en algún momento de su peculiar vida. No obstante, una de las modificaciones más llamativas estaba por conocerse.
Su amigo, Shannon Larratt, que describía a Avner como un hombre tranquilo y amoroso, comentó que este se convirtió en “una tigresa, difuminando y explorando tanto la línea de género como la línea de especies”.
Su vida fue una constante de cambios, de los más simples hasta otros radicales. La combinación le otorgó una vida de satisfacciones personales, aparentemente, ya que la tragedia estaba a punto de desatarse.
Su amigo, Shannon, lo había descrito como un ser de tranquilidad notoria, pero también como uno “tan preocupado como extraordinario”.
En 2012, “El hombre gato” fue encontrado sin vida en el garage de su casa en Nevada, estado al que se había mudado para vivir sus vidas felinas, las cuales terminaron de una vez y de la noche a la mañana.
En noviembre pasado se cumplieron 9 años de este lamentable y noticioso hallazgo.
Al conocerse las causas de su deceso estas no se informaron de manera oficial, aunque sus allegados sostienen que se trató de un suicidio. Dennis Avner, quien se fue a consolidar su tótem de tigre, habría decidido que era suficiente en este mundo.
“La vida de Dennis rompió límites y nunca fue fácil y, como le gustaba decir: ‘encontró la fama, pero nunca la fortuna””, aseguró Shannon Larratt.